En un sentido sincrónico, podemos ver todas las manos que intervienen en esta figura, con la intervención del editor, maestro, discípulos, parientes, amigos, prologuistas, véase agradecimientos etc.)
En un sentido diacrónico, la figura del sujeto Alfa va sufriendo innumerables cambios. El primero y más evidente es el que recibe con una respuesta ya sea negativa o favorable del texto (Rulfo). Otro caso, es el de Salman Rushdie, cuya publicación lo llevó al exilio.
Si nos vamos a una temporalidad más extensa, vemos que el Sujeto Alfa cambia después de muerto. Un ejemplo significativo en la literatura española es el de Góngora y la Generación del 27.
Por último, existen tres casos interesantes sobre la figura del sujeto Alfa: obras de tradición oral "cuyo autor se ha 'inventado' y el de las obras anónimas".
En el primer caso tenemos a Sherezade de Las Mil yUnas Noches y a Homero. En el segundo, al autor de Lazarillo de Tormes.
Los motivos de este anonimato se deben a una visión distinta del autor, como mediadior de las Musas, Dios, los grandes Maestros. También puede tratarse de un anónimato de circunstancia, es decir, censura moral, política, etc.
Sujeto
Omega: el texto no existe hasta que es observado, es decir leído. La hoja, el
objeto material, tiene existencia. No así, el texto, que cobra vida con la "circulación de sentido". El lector
se trata de una función inscrita en
el texto, más que un sujeto. El
texto literario implica este sujeto Omega para su realización, circulación de
sentido.
Indeterminación:
Existen vacíos o indeterminaciones en todo texto, que permiten que éste se
renueve y sea pertinente a varios lectores. El autor puede considerar estas indeterminaciones, como "traiciones" a su intención
original. En realidad son lo que permite que el texto sea independiente del
autor. (Valery, 44)
El
lector es el núcleo duro del sujeto
Omega. Más allá de este núcleo duro que lee y descifra signos lingüísticos, se encuentra aquel que descifra componentes semiológicos más complejos,
que tienen que ver con sus lecturas, interpretaciones, ilustraciones,
adaptaciones, etc. Hamlet como Mel Gibson (terrible),
las ilustraciones de Doré para Cervantes; Edipo
Rey; Allan Poe y su foto de borracho.
Eso hace que ningún acercamiento a un
texto sea inocente.
Idiotopo Omega: Hablamos del núcleo
duro, lector.
La lectura se hará más profunda y
compleja dependiendo de la amplitud del
Idiotopo. De esta manera, los textos innovadores, de difícil lectura por su
escaso parecido con otras obras, implican mayor esfuerzo. Por lo general
encuentran un público más escaso. Sin embargo, el Idiotopo se verá forzosamente
ampliado ya que se trata de algo que combina elementos ya existentes de manera
novedosa.
Idiotopo Alfa: Se trata del bagaje
cultural consciente e inconsciente del autor o núcleo duro del Sujeto Alfa. En este caso, el Idiotopo Alfa es una suerte de toma de decisiones sobre un tablero
de posibilidades formado por las lecturas, lengua, cultural, amistades,
familia, etc.
Semiotopo: El texto toma cuerpo en
un lugar, donde se ejerce la configuración
semiológica formada, inicialmente, de un lenguaje,
género literario, figuras retóricas, gráficas, etc. Este lugar se llama
semiotopo.
El
semiotopo del texto incluye, a su vez, dos
campos histórico-culturales distintos: "el contexto dentro del cual se produce el texto, y
el campo histórico-cultural al que se refiere
el texto". (64) De esta manera, existen en ocasiones analogías entre ambos (novela autobiográfica, realista) mientras que en
otras, se trata de una relación de distorsión (novela histórica, de ciencia
ficción).
El semiotopo
incluye también el canal de transmisión:
manuscrito, carta, imprenta, internet.
Por último,
cabe señalar que el potencial de interpretación del semiotopo de un texto es muy superior a las capacidades interpretativas de cualquier lector
real. De esta manera, los estudios críticos, las interpretaciones
realizadas durante siglos van construyendo la
grandeza del semiotopo de un texto.